lunes, 21 de mayo de 2012

Me bastaba con saber que estabas ahí, durante un buen tiempo fue así, no necesitaba verte, ni tocarte, ni besarte, me conformaba con saber que si yo caía, tu me levantabas. 
Antes caminaba por playas desiertas abrazada a otro cuerpo, cogida de otras manos. Me podía pasar sin pronunciar tu nombre 23 horas seguidas, y no pasaba nada, absolutamente nada. Cantándole a la luna por las noches, bailándole al sol cada mañana. Y tu solías llamarme loca y yo te besaba, por que era lo único que podía hacer, comerte a besos -porsiacaso- y así acabó. Aunque cada noche dejabas la puerta medio abierta para que me despertara y aparecías susurrándome un "hasta pronto vida mía" y yo me moría de ganas de acariciarte la espalda. Me propuse callar cuando hiciera falta, pero al final no lo cumplí, te dije demasiado sobre tus labios y tu intentaste caer otra vez en mis ojos. Te ofrecí hasta mi voz y tu me diste la espalda siguiendo aquellas caderas mal cosidas
"Nunca más" gritó el dolor. Sufrir es opcional, me susurró la sabiduría y yo no sabía si comerme un helado o pasarme más de diez minutos bajo el agua. Te eché de menos, de más y de menos y de más... Las noches se convirtieron en calor envuelta en otro olor. Mis piernas desearon otras manos. Me acostumbré a ese dolor, a ese tic-tac en mi cabeza esperando que volvieses y en el mismo instante en el que el tic-tac cesó... Volviste
¡No lo hagas! ¡No vengas tras de mi, si no es para quedarte! Pero tu conseguías que de verdad me sintiera incompleta sin tu sonrisa. Me sé tus maneras, tus miedos e incluso tus sueños, ¿cómo no iba a desearte? Con esos ojazos que me gritaban "bésame" ¿cómo no iba a quererte? Con tu piel rozando la mía, cada segundo que pasaba me hacía más adicta a ella. A ti. Vivíamos en tiempos difíciles para desear, o incluso amar. En tiempos en los que alejarnos y olvidarnos podría haber sido lo mejor o en este caso lo peor. Pero tu me cuidaste aún que la tormenta acechara tan cerca, seguiste mis pasos hasta lo imposible y ahora... Ahora no puedo despegarme de ti. No puedo. 
"No te vayas, no quiero estar sola, no me dejes aquí sola" susurró el miedo. Y ahora me encantaría volver a aquellos tiempos y poder estar sin ti, poder estar sin tus besos, sin tu piel, sin tu voz... Poder dormir sin echarte de menos. No podré si te vas, quédate conmigo ¡Quédate y vayámonos! A donde quieras, cuando quieras, pero quédate, por favor. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Hoy prefiero no escribirte. Prefiero llorar, prefiero callar y sentarme en aquella acera desgastada de besos amargos. Prefiero no desangrarme sin motivo, no verter vidas sin sentido en lo más profundo de tus ojos si sé con claridad que no llegarán a ser míos del todo nunca. Hoy prefiero callar, vivir en esta soledad. Prefiero volar en silencio en cuentos más allá de la realidad, más allá de los sueños que tú rompiste un buen día. Hoy prefiero inventarme alguna escusa sin sentido, gritarle al mundo que tan solo maduramos por separado, llorar en la ducha hasta quedarme sin aire, sin aliento, sin vida en mis ojos. Hoy prefiero no recordar(te). Prefiero violar corazones en salas de estar antes que tragarme tu falso calor. -Inventemos alguna fecha para recordarnos- Y te quedaste tan ancho. Quizá alguna vez mi corazón entienda que no aguanta más sacudidas, que la función se acabó que tú... Vale. Todavía no puedo ni escribir que ya no... 
Hoy prefiero no quererte. Prefiero quererme más, sentir qué coño es eso de dormir durante toda la noche, sin ser adicta a pastillas que calman el alma. Prefiero respirar sin oler vuestros perfumes entrelazando-se, fingiendo que vuestro amor es eterno, fingiendo que lo vuestro es amor. Lo vuestro es reciclaje. Tú me utilizaste para reciclar con ella. Aún vomito vuestros besos. Pero no. Hoy prefiero no temblar, no invadir terreno que no me pertoca ahora ya. Prefiero mirarme en el espejo y darme cuenta de ya no estás. Que te fuiste. Hoy prefiero olvidar que mi corazón te eligió. Pero... Amé, luché, como nunca antes por tu aliento, y perdí, así que la cabeza bien alta.
Hoy prefiero no escribirte. Quizás mañana duela menos... Quizás mañana despierte y tus ojos me griten te quiero. Hoy prefiero no escribirte, no nombrarte, no mirarte, prefiero ser libre y volar...volar lejos.

jueves, 5 de abril de 2012

Cuando decimos que la gente no cambia los científicos,  se echan las manos a la cabeza. Porque el cambio es la única constante en la ciencia. La energía, la materia, siempre están cambiando, metamorfosandose fusionándose, creciendo, muriendo… Lo antinatural es que las personas intentemos no cambiar. Que queramos aferrarnos a como era todo antes en vez de dejar ser lo que es, que queramos aferrarnos a viejos recuerdos en lugar de crear otros, que insistamos en creer que si los indicios científicos todo en la vida es permanente, el cambio es constante, como vivamos ese cambio depende de nosotros, puede parecernos la muerte, o una segunda oportunidad en la vida. Si nos relajamos, y nos dejamos llevar, puede parecernos pura adrenalina. Como si en cualquier momento, tubieramos otra oportunidad. Como si en cualquier momento, pudiéramos nacer de nuevo.  

viernes, 30 de marzo de 2012

Tenía tantas cosas que decirle que aún si callaba me salían subtitulos. No sabía qué hacer, qué sentir, hacia donde tenía que mirar. ¿Qué coño era lo que sentía? Rabia, dolor, impotencia... Había tantos estados de ánimo correteando por mis venas. Aquellas carreteras se habían roto del todo, tú las habías roto con tus palabras, y yo me encontraba en algún maletero sola, esperándote todavía. Nunca quise creerme aquello de "las palabras se las lleva el viento" pero tú me obligaste a hacerlo, dónde estaban ahora todas ellas? Tan sólo te importó violar corazones en salas de estar, cambiar de marcha, de dirección incluso de carretera sin importar qué se te cruzaba por el medio. Las noches se volvieron demasiado frías y tus manos ya no tenían la misma textura.
-Llámame cuando te canses de todos aquellos alientos sin sentimiento...-
Aunque como bien dicen, "tanto hablar del fin que ahora a penas duele" y tenían razón. Las cosas parecen más complicadas de lo que son, deseé ser todas ellas a la vez en un mismo cuerpo, para sentirte, para escuchar tu voz, para notar tus manos recorriendo mi piel. Ahora llegas tan tarde, tan vacío, tan lleno de nada. Y yo ardo en deseos de violarte, una y otra vez, así como me dejaré los zapatos puestos, para salir corriendo nada más acabar y no me importará no ver tu cara otra vez.





lunes, 12 de marzo de 2012

Si quieres nos perdonamos y buscamos alguna otra excusa, que también se nos gastará. Si quieres, volvemos al principio, y, paso a paso, aprovechamos a vivir-nos un poco más, con todo lo que éso conlleva y que después de las prisas, las ganas y las ansias, nunca supimos entender del todo. Las ganas nunca desparecieron, a pesar de este viento frío que solo traía desesperación por volver a sentir. Si quieres, te como la boca en medio de algún parque, y de tanto en tanto abro los ojos para comprobar que no te volverás a ir, para comprobar que no me vas a soltar. Si te apetece volvemos a las andadas, tu estiras y yo me dejo ir, a donde quieras, porque yo siempre te seguía. No sé por qué, pero siempre acababa tirada por ahí, desnuda, contigo. Y siempre me dejaba los zapatos puestos, supongo que por miedo, no quería que me abandonaras, de alguna forma tenía prisa en salir corriendo, a pesar de que no sabía ni en qué dirección correr, ni en qué coño iba a hacer cuando parase. Si quieres... volvemos a las carreteras infinitas, al sudor, a tus ganas.



domingo, 19 de febrero de 2012

Contigo es más fácil "ser" a pesar de que sin ti también "fui" pero contigo... contigo es más relajante "ser". Vivir en cambio es una putada, ya que cualquiera te la puede meter por detrás. Y duele, claro que duele, es como todo ¿verdad? Que me vengas pidiendo perdón por algo que no sabes ni qué coño es, que yo me haga la fuerte mientras me tiemblan las piernas. Hay personas que entran en nuestra vida para marcharse te dije, y tú... "pero yo tengo la intención de quedarme para siempre" y me volviste a dejar con esa cara de idiota. Perdí demasiado intentando escapar, corrí lejos y no supe que hacer cuando paré. Me desangré entre quince vidas que no me sirvieron de nada sin tu aliento. Y ahora que estás aquí, me falta el aire, me faltan vidas, por que para siempre es poco tiempo, por que cada vez que me despido me faltan besos. Siempre quise tener amor hasta reventar, siempre te busqué y ahora... ahora te tengo, cada día.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Dicen que en nuestro cerebro tenemos una especie de "caja negra" en la que guardamos todos los recuerdos por los cuales hemos sufrido más. Los más tristes, nuestros traumas más profundos. También dicen que si por alguna razón intentas recordar alguno de esos recuerdos, puedes tener una especie de "corto-circuito" en el cerebro, puedes llegar a hacer(te) mucho daño. Nunca había creído que el cerebro pudiera llegar hasta tal punto límite, pero ayer... Ayer se podría decir que lo "comprobé" pensé en ti, en ella, en mi temor más hondo. Pensé en cómo sería perderte, en volver a oír aquellas palabras que me rompieron en pedazos demasiado pequeños como para volver a unirse uno a uno. Y de repente lo sentí, una suave brisa fría, aunque a pesar de ello me faltaba el aire, tenía ganas de gritar, de llorar, de correr tan lejos que ni el sol se pusiera allí a donde llegara. Empecé a sentirme incómoda, quería dejar de pensar en ello, en sus palabras, en tus besos. En mil promesas incineradas por tu calle. Dejé de sentir tu felicidad por un instante, dejé de sentir... A pesar de que pensara en tu aliento perforando el mío, el aire seguía llegando escaso a mis pulmones. Y hoy... Al ver sus palabras rasgan-dome la espalda, me perforé yo misma mis recuerdos, intenté quedarme en blanco, intenté pensar que todo aquello no ocurrió. Pero cada día viene conmigo como si de mi sombra se tratase, como si todos aquellos pedacitos de mi no se hubieran reconstruido del todo. A pesar de que cada día sea más feliz, duele, sigue doliendo.